En Filipinas Grupo de Solidaridad con Venezuela sostiene encuentro con el viceministro Rubén Molina - MPPRE

En Filipinas Grupo de Solidaridad con Venezuela sostiene encuentro con el viceministro Rubén Molina

El pasado sábado 180 ciudadanos filipinos que forman parte de 15 organizaciones de solidaridad y amistad con la Revolución Bolivariana, participaron en un evento celebrado en la Universidad de Filipinas (UP Diliman) para dar la bienvenida al Viceministro Rubén Darío Molina, quien tuvo una participación especial a los fines de exponer a los presentes la realidad venezolana. Siendo esta actividad llevada a cabo en la principal universidad del país, el viceministro Molina subrayó desde un principio su importancia y destacó que desde la llegada de la Revolución Bolivariana, hace 20 años, el Gobierno Nacional cumplió y sobrepasó las expectativas de creación de universidades, al fundar 55 casas de estudio de educación superior gratuita, incluyente y de calidad para la población venezolana, siendo esta una de las prioridades del comandante Hugo Chávez y que ha tenido continuidad, tanto en acción como en espíritu, durante el gobierno del presidente Nicolás Maduro Moros. Por otro lado, el Jefe del Despacho de Asia, Medio Oriente y Oceanía conversó sobre la importancia de la organización social y comunal, siendo hoy en día el núcleo más importante de las sociedades, especialmente en Venezuela, como potencial que contribuye al desarrollo económico, político y cultural de un país. Un pueblo organizado, que siembra la conciencia colectiva, puede hacer frente a los constantes ataques provenientes de las clases dominantes, tanto internas como del exterior, quienes se quieren apoderar de las riquezas de la nación. De esta manera, y al hacer especial referencia sobre la situación interna nacional, el Viceministro expresó que Venezuela es víctima también de ataques de los medios mundiales diseñados para construir una supuesta crisis humanitaria y así justificar una intervención militar. La presunta ayuda humanitaria es solo una estrategia del gobierno estadounidense para consolidar su plan de conversión colonialista en Venezuela y de reconquista en América Latina, región que históricamente ha sido tratada como su patio trasero. Sin embargo, no niega que exista una situación compleja, no obstante, la misma ha sido el resultado del bloqueo económico y financiero al cual ha sido sometido el país y a los aproximadamente 35 mil millones de dólares que han sido descaradamente robados. En ese sentido, hizo referencia a las agresiones lideradas por Estados Unidos contra Venezuela, la imposición de sanciones penales y el embargo que llevó a complicar la adquisición de alimentos y medicamentos que afectan a toda la población, obligando a la migración masiva a otros países; la confiscación de activos venezolanos en los Estados Unidos, en violación del derecho internacional; el intento de golpe de estado con un títere estadounidense que se declara a sí mismo como el presunto “presidente interino” de su país; la patética emisión de “órdenes” para que los oficiales militares venezolanos deserten; el intento de forzar la entrada de la llamada “asistencia humanitaria” desde las fronteras vecinas sin ninguna coordinación con el gobierno venezolano y las Naciones Unidas y otras agencias de ayuda; el sabotaje de los sistemas de generación y distribución eléctrica de Venezuela para perturbar más la vida cotidiana de los venezolanos; y el constante desencadenamiento de noticias falsas contra el gobierno y la revolución bolivariana. Por su parte, los distintos miembros de los grupos de solidaridad allí presentes, manifestaron, en sus diferentes declaraciones, que están haciendo todo lo posible para proyectar en sus comunidades la realidad del pueblo revolucionario bajo el asedio imperialista. A razón de ello, y dada la gran influencia sobre los medios de comunicación, existe una necesidad de exponer completamente los ataques a los cuales quieren someter a la población, e incluso la guerra no declarada, contra la República Bolivariana de Venezuela y su líder debidamente electo, el presidente Nicolás Maduro. Igualmente, indicaron que las pretensiones del Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de lograr un “cambio de gobierno”, están dirigidas no solo a recolonizar a Venezuela, sino también a revertir la marcha hacia el socialismo de otros países de América Latina; mientras que la Venezuela Bolivariana es el blanco del imperialismo de hoy y que luego serían Nicaragua, Bolivia y Cuba. Esta escalada de acciones agresivas del imperio para preparar el escenario para una aventura militar disfrazada de “intervención humanitaria” no es solo una amenaza real contra el pueblo venezolano, sino también contra la estabilidad regional y la paz mundial. Existe una amenaza siniestra de una conflagración regional que podría llevar a decenas de miles de víctimas civiles, solo para que los imperialistas estadounidenses puedan nuevamente saquear los ricos recursos venezolanos y dominar a los pueblos de Latinoamérica. En este sentido, todos condenaron enérgicamente estos planes imperialistas y aseguraron que encontrarán contra ellos no solo al pueblo de Venezuela, sino también los movimientos populares en todo el mundo, especialmente en Filipinas.