A través de un comunicado, el Centro Brasileño de Solidaridad a los Pueblos y Lucha por la Paz (Cebrapaz) manifiesta su repudio a los movimientos para deponer al presidente de Venezuela Nicolás Maduro, que asumió el 10 de enero un nuevo mandato conferido por el voto popular. Por eso, «rechazamos contundentemente las declaraciones de casi una decena de países, encabezados por EEUU, que afirmaron reconocer al golpista Juan Guaidó, sin la legitimidad que apenas el pueblo puede conferir, como presidente de Venezuela», afirman en la declaración expuesta a continuación:
POR LA PAZ Y LA SOBERANÍA DE VENEZUELA, FIN A LA INJERENCIA, ¡YA!
Tamaña prepotencia debe ser condenada como el atropello que significa al derecho internacional y a los principios básicos de las relaciones entre las naciones.
Cebrapaz expresa, sin titubear, la defensa de la soberanía, de la autodeterminación de los pueblos y de la solución negociada de los conflictos. Así, cabe apenas al pueblo venezolano superar su crisis interna, defendiendo su independencia para definir los rumbos de las transformaciones emprendidas desde los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, con masivo respaldo popular.
El apoyo del que goza el gobierno de Venezuela por amplios segmentos fue colocado a la prueba en casi dos decenas de elecciones. Por eso, medidas ofensivas tienden a precipitar una guerra civil, haciendo del pueblo venezolano su víctima primera, vilipendiando la democracia y la seguridad que golpistas e injerencistas, como el imperialismo estadounidense y sus aliados regionales, dicen defender.
En este punto, el Cebrapaz — acompañado de innumerables entidades populares, de los partidos progresistas y de las fuerzas democráticas en general en Brasil — reafirma su completo repudio a la posición asumida tanto por el gobierno golpista de Michel Temer como por el gobierno recientemente inaugurado y de extrema-derecha de Jair Bolsonaro, asumidamente servil a la agenda de EEUU. Se trata de una ruptura con la tradición diplomática de Brasil de no injerencia y con el trayecto que veníamos consolidando, de trabajo conjunto con nuestros vecinos por una integración regional solidaria y soberana, de fortalecimiento de los lazos de amistad y cooperación entre naciones hermanas.
Brasil, al apoyar Guaidó, completa una de las páginas más deplorables de su historia diplomática, como sabueso de los intereses estratégicos de Washington en contraposición a la apuesta de otrora en la mediación de conflictos. Élites venezolanas — estando al frente en intentonas anteriores Leopoldo López y, ahora, Juan Guaidó –, Estados Unidos y sus aliados, como el Grupo de Lima, parecen exponer a la región a un riesgo de tensiones inédito desde la Guerra de Paraguay del siglo 19.
Mientras, no es la primera vez que el gobierno venezolano es puesto a prueba. Resistirá nuevamente, por tanto, a las presiones golpistas internas e internacionales, para restablecer el diálogo nacional democrático y soberano. Para eso, el pueblo venezolano seguirá contando con el respaldo y la solidaridad resoluta de las fuerzas de la paz y democráticas en Brasil, en América Latina y en el mundo.
¡Fin a la injerencia y a la desestabilización, ya!
¡Por la soberanía y la paz en Venezuela!