ALBA-TCP ratifica compromiso de integración de los Estados miembros
Con un multitudinario acto de solidaridad con Venezuela concluyó la XVI Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (Alba-TCP), que tuvo lugar este viernes en la Habana, Cuba y que contó con la presencia de mandatarios y representantes de los países miembros del organismo regional.
El acto de clausura se efectuó en el Palacio de las Convenciones, presidido por el por el General de Ejército Raúl Castro, primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Miguel Diaz-Canel Bermúdez, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros y Nicolás Maduro Moros, presidente de la República Bolivariana de Venezuela.
Al evento también asistieron los mandatarios Evo Morales (Estado Plurinacional de Bolivia), Daniel Ortega (República de Nicaragua), los primeros ministros Ralph Gonsalves (San Vicente y Las Granadinas) y Roosevelt Skerrit (Mancomunidad de Dominica), así como representantes de los gobiernos de Antigua y Barbuda, Granada, Federación de San Cristóbal y Nieves, República de El Salvador, República de Haití y República de Surinam.
“El Alba-TCP tiene el deber de ser una plataforma donde se integren los movimientos progresistas de la región”, expresó el Canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, quien dio lectura a la Declaración final de la Cumbre en defensa de América Latina y el Caribe como zona de paz.
Rodríguez, llamó a defender el ALBA-TCP como un espacio de concertación de los movimientos de izquierda de la región para enfrentar los desafíos. En ese sentido, señaló la necesidad de articular planes y proyectos de cooperación solidaria ante la coyuntura actual en la que el gobierno de Estados Unidos revive la ‘Doctrina Monroe’ y hay un ascenso de gobiernos populistas de derecha en la región.
El documento de clausura recordó además, el encuentro fraterno entre el comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y el comandante Hugo Chávez en 1994, momento en que fundaron la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, que un año después dio lugar a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América.
De igual forma, se rubricó el compromiso del bloque con un orden internacional en defensa del multilateralismo y la concertación como forma de hacer frente a la injerencia y la dominación históricamente impuesta. Así como la necesidad de respaldar a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) como mecanismo de concertación regional, incluyendo el derecho de Venezuela, Nicaragua y Cuba a la autodeterminación, sin injerencias ni amenazas extranjeras de ningún tipo.