En Yakarta se rindieron honores al Dr. Alí Rodríguez Araque
La Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en la República de Indonesia del 23 al 27 de noviembre, rindió honores y tributo por su sensible fallecimiento, al Dr. Ali Rodríguez Araque, experto petrolero, Canciller de Venezuela, Presidente de PDVSA, Secretario General de la UNASUR y de la OPEP, Ministro de Energía y Petróleo, y Embajador de Venezuela ante el Gobierno de Cuba.
El viernes 23 de noviembre se dio apertura al libro de condolencias, en la Sede de la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela acreditada en Yakarta, para recodar a este incansable e imprescindible luchador por la defensa de la soberanía de nuestro país, y por el control de los recursos naturales como palanca para el desarrollo y factor esencial en la geopolítica.
El Dr. Rodríguez Araque es una pieza fundamental para la comprensión de los procesos históricos de la Región de América Latina y el Caribe. Su profundo entendimiento, no solo en torno a los agentes de dominación, sino del proceso de elaboración de estrategias y alianzas para contrarrestar a los poderes fácticos, presenta al Dr. Alí Rodríguez como uno de los actores más coherentes y valiosos en la lucha por la emancipación a escala global.
Sus proyectos abarcaban lo local, lo regional y lo internacional en un todo articulado. Su liderazgo, construido sobre la virtud nos deja, con su desaparición física, un vacío difícil de llenar, pero a la vez, nos recuerda lo importante, lo necesario y las claves para enfrentar los desafíos permanentes de la patria revolucionaria.
A la Sede de nuestra Embajada asistieron miembros del Cuerpo Diplomático, autoridades del Estado Receptor, estudiantes universitarios y representantes de movimientos sociales y partidos políticos de izquierda indonesios, quienes recordaron la figura de este insigne venezolano, que pertenece a la historia de los justos, de quienes enfrentaron a la hegemonía imperial en todos los frentes.
Especial mención merecen los embajadores y jefes de misión de los países del Medio Oriente, quienes asistieron a este tributo póstumo, con marcado sentimiento de contrariedad, y expresaron su aprecio y admiración por quien fuera defensor del derecho legitimo de los Pueblos por el manejo soberano de sus recursos naturales.