XVIII Conferencia Ministerial de Mitad de Período del Movimiento de Países No Alineados - MPPRE

XVIII Conferencia Ministerial de Mitad de Período del Movimiento de Países No Alineados

Discurso del Canciller de la República Bolivariana de Venezuela, Jorge Arreaza, en la XVIII Conferencia Ministerial de Mitad de Período del Movimiento de Países No Alineados Bakú, República de Azerbaiyán, 5 de abril de 2018. Excelentísimo Señor Ilham Aliyev, Presidente de la República de Azerbaiyán, Excelentísimo Señor Elmar Mammadyarov, Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Azerbaiyán, Distinguidos Cancilleres y Jefes de Delegación, Estimados Embajadores y Delegados, Hermanas y Hermanos todos, En septiembre de 2016, cuando asumimos la Presidencia de nuestro Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) en la histórica Cumbre de Isla de Margarita nos trazamos tres (03) metas concretas: afianzar la cohesión de nuestra membresía, sobre la base de la premisa de “unidad en la diversidad”; fortalecer la solidaridad entre nuestra membresía; y avanzar en el proceso de revitalización del Movimiento. Casi año y medio más tarde, nos encontramos hoy en medio de un escenario turbulento, signado por la incertidumbre y la presencia de serios desafíos que se ven agudizados por las políticas imperiales aplicadas por algunas potencias que pretenden, bajo la óptica del unilateralismo, vulnerar la soberanía e independencia política de los Estados en perjuicio de la paz, el desarrollo y la solidaridad internacional. Así pues, la humanidad enfrenta un escenario tan complejo como dinámico en el cual las élites políticas y económicas del mundo desarrollado se rehúsan a dejar de lado sus visiones egoístas y parciales; cuando se requiere más bien abordar esa realidad con un enfoque holístico y un espíritu de diálogo, cooperación y solidaridad. Este proceso debe apuntar al reforzamiento del perfil del MNOAL como un espacio efectivo para la consulta y la acción concertada, de modo que sus decisiones y sus pronunciamientos tengan una incidencia real y un impacto positivo en el escenario mundial. En este sentido, hoy más que nunca se hace necesario reafirmar los principios de igualdad soberana, de no intervención en los asuntos internos, de la integridad territorial de los Estados, el respeto de todas las culturas, religiones, civilizaciones, y el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales, incluyendo los derechos a la paz y al desarrollo. El tema central que nos convoca en esta ocasión, “Promoción de la Paz y la Seguridad Internacionales para el Desarrollo Sostenible”, es de gran trascendencia en las discusiones que lleva adelante nuestro Movimiento. Nos alienta el objetivo compartido de coadyuvar al fortalecimiento de la paz y la seguridad internacionales, el desarrollo y los derechos humanos, guiados por los principios fundacionales de Bandung y los postulados de la Carta de las Naciones Unidas. Corresponde, pues, al MNOAL jugar un papel protagónico en el establecimiento de un mundo pacífico y próspero, y en la construcción de un Nuevo Orden Internacional más justo y equitativo. En este orden, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, adoptada hace dos años por nuestros Jefes de Estado y de Gobierno, ofrece un marco común para alcanzar un modelo de desarrollo distinto, que sea verdaderamente inclusivo, con una perspectiva transformadora, y sin dejar a nadie resagado. De igual forma, resulta de particular importancia destacar la adopción en julio de 2017 del Tratado sobre la Prohibición de Armas Nucleares, el cual se constituye en el mayor desarrollo en las últimas décadas en materia de desarme nuclear y no proliferación, y en un paso concreto hacia la preservación de la especie humana. Como país signatario y que ha ratificado este instrumento internacional, alentamos a los países poseedores de armas nucleares a sumarse a este esfuerzo colectivo en favor del fortalecimiento de la paz y la seguridad internacionales. Estimadas hermanas y hermanos, Desde esta tribuna queremos denunciar que nuestro país sigue siendo hoy víctima de los embates del intervencionismo por parte de factores de poder externos, que no han desistido de sus planes desestabilizadores en contra de la paz y la estabilidad de nuestra nación. Estos grupos alientan a sectores extremistas y violentos, enemigos de la paz en Venezuela, a que, por una parte, lleven a cabo actos de naturaleza terrorista, dirigidos a socavar la democracia venezolana; mientras que, por otro lado, emprenden acciones para afectar el aparato productivo nacional, recurriendo a una despiadada guerra y actos de agresión económica que tiene como objetivo generar zozobra y sufrimiento en el pueblo venezolano. Ante estas manifiestas agresiones, hacemos un llamado a la solidaridad de nuestro Movimiento en defensa del respeto a la soberanía, independencia política y el derecho a la autodeterminación del pueblo venezolano, quien como toda nación aspira a vivir en paz y buscar su propio camino para alcanzar el desarrollo económico y el desarrollo social inclusivo de su pueblo. Ser indiferentes a la intervención extranjera en los asuntos de un país, no hace más que estimular la aplicación de esta práctica imperialista e ilegal contra otros Estados. Lamentablemente, algunos Estados han persistido en su empeño de vulnerar la Carta de las Naciones Unidas y las normas del derecho internacional al promover la puesta en práctica de medidas coercitivas unilaterales, en contravención del derecho internacional, y las cuales han tenido un impacto negativo sobre el pueblo venezolano, afectando incluso la plena realización de sus derechos humanos. Nuestro país ha sido blanco de tales acciones ilegales, hostiles e inamistosas por parte del Gobierno de los Estados Unidos de América desde el año 2015, cuando una infame Orden Ejecutiva con sucesivas renovaciones ha pretendido calificar a Venezuela como una amenaza “inusual y extraordinaria” a la seguridad nacional de una de las principales potencias militares del mundo. Se trata, pues, de una afirmación que a todas luces constituye un despropósito dirigido a justificar un crimen de agresión y de lesa humanidad. Esta campaña hostil ha continuado hasta el presente cuando nuevamente se han impuesto sanciones colectivas e ilegales que buscan asfixiar económica, financiera y comercialmente a Venezuela. Igualmente, no pueden pasarse por alto las gravísimas implicaciones de las declaraciones de la actual administración estadounidense al amenazar con hacer uso de la opción militar contra Venezuela, ni tampoco sus declaraciones en las que abiertamente reconocen sus continuos esfuerzos para propiciar un golpe de Estado contra el Gobierno constitucional, legítimo y democráticamente electo del Presidente Nicolás Maduro Moros. Se trata, pues, de violaciones manifiestas de la Carta de las Naciones Unidas, repudiadas por nuestro Movimiento, conforme a su posición de principios, la cual fuera recientemente plasmada en la Declaración Política de Nueva York, adoptada unánimemente por nuestro Movimiento en septiembre de 2017, y en la cual se rechazaron sin cortapisas las medidas coercitivas unilaterales y se reconocieron sus efectos perniciosos, inclusive sobre los derechos humanos de los pueblos sujetos a éstas. No obstante, las arremetidas de los agentes del intervencionismo se han topado con la respuesta contundente del digno Pueblo venezolano y de su Gobierno, quienes se han mantenido firmes en la defensa de los altos fines del interés nacional y de la posibilidad de alcanzar un mundo mejor que sepa vivir en armonía e igualdad. En ese orden, nuestras acciones y nuestras palabras han estado orientadas en todo momento a la promoción del diálogo político como única alternativa para dirimir cualquier diferencia, entre los venezolanos, sin intervención extranjera. Es por ello que reafirmamos, particularmente en este año 2018 cuando conmemoramos el centenario del natalicio de Nelson Mandela, la absoluta convicción de avanzar mancomunadamente con los actores políticos, económicos y sociales de Venezuela en la resolución pacífica de nuestros problemas, en el marco de la Constitución y nuestras leyes nacionales. Para concluir, Venezuela, honrada como está por el apoyo y la confianza recibidos de los miembros del MNOAL cuando asumió la Presidencia de este mecanismo en la histórica Cumbre de Isla de Margarita, reitera su firme compromiso de trabajar mancomunadamente para continuar dándole vigencia a los postulados de Bandung de modo que nuestro Movimiento pueda seguir jugando el rol histórico que nos legaron sus fundadores. Todo ello en favor de la consecución de un mundo de paz, solidaridad, justicia social y desarrollo sostenible, sustentado en el respeto del derecho internacional, en particular, de los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas. Avancemos juntos por el camino de la paz hacia la plena revitalización de nuestro Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), el cual tiene hoy plena vigencia, particularmente ante la actual coyuntura internacional. Muchas gracias.