Este miércoles en Asamblea Extraordinaria de la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York, Rafael Ramírez, Representante Permanente de Venezuela ante la ONU, aseveró que “el Consejo de Seguridad no se puede utilizar de una manera distinta a como fue concebido: para preservar la paz y seguridad internacional”.
En tal sentido, el Embajador Ramírez sentenció que dicho Consejo no puede utilizarse como un elemento particular de algún Miembro Permanente, en este caso, de los Estados Unidos, para adelantar sus propios intereses nacionales y para desestabilizar a otra nación.
“EEUU pretende utilizar el Consejo de Seguridad para intervenir en los asuntos internos de Venezuela, utilizando todo tipo de patrañas y manipulaciones, todo tipo de eventos paralelos e informales”, aseveró.
“No queremos más intervencionismo norteamericano en nuestros asuntos, la maniobra de Estados Unidos descubre sus verdaderas intenciones de desestabilizar nuestro país (…) Nosotros resolveremos nuestros propios asuntos en paz y exigimos respeto a nuestra soberanía e independencia”, enfatizó.
Venezuela no es una amenaza para la paz y seguridad internacional, los miembros del Consejo de Seguridad y los miembros de la Región saben que Venezuela no constituye una amenaza a la paz y la seguridad internacional.
La Carta de las Naciones Unidas otorga al Consejo de Seguridad la responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacional. Según la Carta, todos los Miembros de la ONU convienen en aceptar y cumplir las decisiones de dicho Consejo, como único órgano de la ONU cuyas decisiones están obligados a cumplir los Estados miembros.
Al respecto, Ramírez manifestó que no pueden existir órganos que actúen en contra de la Carta de las Naciones Unidas”.
El Embajador mencionó la intervención ilegal a Irak como ejemplo de que “cuando los EEUU no logra el apoyo del Consejo de Seguridad, actúa unilateralmente”.
En este orden de ideas, también analizó el uso indebido del recurso de veto por parte de algunos Miembros Permanentes, que “en ocasiones se ha convertido en un obstáculo para la solución de conflictos de larga data, como el caso Palestino, en el que EEUU lo ha utilizado para favorecer a la potencia ocupante, Israel”.
Asimismo, consideró que se debe privilegiar el uso de los medios de solución pacífica de las controversias, ante las sanciones como último recurso. BS